Resetearnos y RESETEAR, una oportunidad histórica
1. Muy rápidamente se instaló un nuevo contexto inesperado y global que interpeló nuestras maneras de ser, hacer, tener, de relacionarnos y de estar. Nos vimos sumergidos en la confusión, la incertidumbre y el miedo. Quedamos paralizados al ver cómo aquello que dábamos por seguro y cierto se derrumbaba en una atmósfera rara, confusa y compleja. Nos empezamos a sentir frágiles y vulnerables. Algunos argumentaban que iba a durar poco tiempo. Lo cierto es que aún estamos sin saber cómo será lo que viene.
2. Estos tiempos han sido vivenciados con un dolor profundo. Ha sido inevitable la tristeza, la angustia, la desesperanza. Estas emociones no son fáciles de reconocer, distinguir y menos resignificar en periodos “normales”, pero se hacen evidentes ahora que lidiamos a diario con ellas. Vivimos un duelo global de la partida y de la pérdida. En efecto, lo que era antes, ya no será lo mismo ni hoy ni en el futuro.
3. Aun cuando han sido tiempos de confinamiento, hemos experimentado que ya no nos es indiferente lo que les podría llegar a suceder a otros que están geográficamente distanciados de nosotros. No importa en qué lugar del mundo se esté “si te pasa a ti, probablemente a mí también y viceversa”. En esta “vulnerabilidad compartida” descubrimos que la empatía se despierta con facilidad y genuinidad; ¿estaremos frente a una nueva conciencia interdependiente y global con la cual podemos en conjunto transformar aquello que lo visualizábamos como lejano?, ¿qué hacer con ella?, ¿compartir, colaborar, co construir?
4. En este nuevo estado, también nos dimos cuenta de que se podría escribir nuestra historia de manera diferente. Podríamos empezar de nuevo, con nuevos y renovados propósitos que cautelen la vida, las personas, la convivencia colectiva y el cuidado de nuestro planeta que nos acoge. Ahora parece que es posible hacerlo, es decir, podemos cambiar o, mejor dicho, transformar y comenzar con aquello que queremos conservar y cuidar, para luego proyectar juntos un nuevo futuro especialmente para las nuevas generaciones que vendrán.
5. ¿Qué nuevos escenarios soñamos? ¿qué estamos aprendiendo en estos tiempos?, ¿cómo nos conectamos ahora para encontrarnos?, ¿qué nuevos espacios de conversación necesitamos facilitar?, ¿qué nuevos lenguajes y gramáticas necesitamos aprender?, ¿cómo seguimos descubriendo aquello que nos une para llegar a propósitos compartidos? ¿cómo podríamos hacerlo mejor? Estos son los tiempos para preguntas y… para respuestas co construidas. Esta es la invitación: a resetearnos y resetear. Es nuestra oportunidad histórica, ¿por qué no?
