Entrevista Summit "Liderazgo Inclusivo: Motor de la sostenibilidad país"

1. ¿Qué significa para ti recibir este reconocimiento de REDMAD por tu compromiso con el avance de la mujer?

Hemos perdido mucho tiempo excluyendo, separando y anulando las diferencias. Nuestras historias serían contadas de otra manera si hubiese una mayor diversidad en la toma de decisiones. Viviríamos mejor. Sin embargo, no se trata de una cuestión de cuotas. Lo que necesitamos va aún más allá y, en mi opinión, REDMAD ya empezó a transitar por estos nuevos caminos con una convicción que contagia. Por eso recibo este premio con infinita gratitud y respeto hacia la Directiva y Socias de REDMAD, donde he sido testigo directo de que es posible dinamizar y articular propósitos y valores a través de una genuina colaboración y una sorprendente complicidad virtuosa para avanzar en una transformación cultural que urge. Si se me permite, quisiera compartir este premio con mi querida familia, con mis compañeras y compañeros de Proqualitas y extenderlo a tantas y tantos que diariamente, tanto en lo micro como en lo macro, co-construyen una cultura organizacional sintonizada con los valores del bien común como son la dignidad humana, la sostenibilidad ecológica, la complementariedad, la inclusión, la participación, la transparencia, la libertad, la justicia social, la fraternidad y la solidaridad. A todas ellas y ellos, un abrazo cariñoso.

2. ¿Cuál crees que es la importancia de fomentar liderazgos inclusivos en Chile?

Estamos frente a una realidad que trata de imponer dinámicas relacionales que intentan anular y eliminar a lo diferente y distinto. El liderazgo inclusivo, en cambio, abraza la diferencia, la fomenta, la resguarda y la promueve facilitando la inteligencia colectiva y el trabajo colaborativo de manera de enriquecer propósitos compartidos y valorados. El liderazgo inclusivo también implica un cambio de perspectiva y paradigma en la manera de concebir el poder y la toma de decisiones sugiriendo nuevos verbos como escuchar, empatizar, participar, colaborar y co-construir como, a su vez, promoviendo la disidencia y las conversaciones difíciles de manera de enfrentar y transformar los conflictos en nuevas oportunidades que armonicen en aquello que nos une. En Chile tenemos la gran tarea de aprender un nuevo alfabeto relacional en todos los ámbitos descartando para siempre la violencia que surge de la anulación del que piensa distinto y REDMAD, así como muchos otras organizaciones y personas, nos está mostrando cómo hacerlo.

3. ¿Cómo las organizaciones pueden avanzar en su tránsito hacia establecer culturas más diversas e inclusivas?

Los últimos meses han sido de dolor, perdidas y partidas. La pandemia nos ha interpelado en todo sentido y nos ha ayudado a conectarnos con nuestra vulnerabilidad ahora compartida e interdependiente. Con la vulnerabilidad reconocida, es un buen momento para iniciar diálogos, conversaciones y buscar una relación genuina y significativa con otros y evitar, a toda costa, esa pseudo conexión que nos asfixia y enferma y que nos tienta en una búsqueda infructuosa, frenética e insaciable de una falsa promesa de felicidad que se da en los escenarios de los “likes”. Para las organizaciones, es una oportunidad histórica para reformular sus modelos de negocios y sus maneras de ser, hacer, tener y estar, es decir, su cultura. Confío en que se está acelerando un imperativo “reseteo” que comenzará con propósitos legitimados en el bien común y con perspectivas que incluyan la diversidad, inclusión, la complementariedad de diferencias, la naturaleza y los intereses de las generaciones que vendrán. ¿Qué podría impedir desarrollar el potencial de las organizaciones a escala humana con una nueva y renovada conciencia inspirada, amorosa e interdependiente? ¿no seremos acaso nosotros los principales detractores?, ¿será que debemos empezar por nosotros mismos? Yo creo que sí.