Una energía laboral sana, limpia y productiva. La buena energía para las organizaciones
Los ambientes laborales sanos y productivos tiene la particularidad de contar con un propósito compartido, significativo y validado; una claridad y simplicidad en la definición de objetivos; el desarrollo de metodologías ágiles y funcionales que facilitan que las cosas pasen y un ambiente relacional basado en la confianza y respeto mutuo en donde la diversidad de opiniones es alentada en tanto se asume que enriquece la inteligencia colectiva especialmente relevante para el ac