La Experiencia Total: el desafío de las reflexiones y planificaciones estratégicas
¿Puede ser muy diferente la experiencia del colaborador con la del cliente? ¿o la del cliente con la de los proveedores?, ¿o los proveedores con los accionistas y directorios?
¿Pueden ser los atributos de marca muy distintos a la propuesta de valor de los colaboradores?, ¿o los valores organizacionales muy distanciados del bien común?
¿Qué podría pasar si éstas u otras comparaciones son muy disímiles entre sí?
En un contexto que cambia pero que también interpela las maneras de ser y hacer organizacional, la necesidad de lograr coherencia resulta un imperativo para las organizaciones. Para hacerlo, es indispensable contar con una visión integral del ecosistema organizacional. Esta mirada, permitiría simplificar las acciones a seguir y priorizar frente a escenarios que tienden a la divergencia desordenada y riesgosa.
¿Estará considerada la Experiencia Total en los procesos de reflexión y planificación estratégica? ¿o sólo se está observando cada una de las áreas y unidades de manera aislada? Desmembrar a las organizaciones en partes sin conexión entre sí, resulta un ejercicio particularmente complejo y disfuncional frente a un contexto ya cargado de excesiva incertidumbre y vulnerabilidad.
Incorporar la Experiencia Total en los procesos de reflexión estratégica facilitará la integración y sinergia, la simplicidad de las acciones propuestas, la priorización de iniciativas, la eficacia y eficiencia en la gestión de los proyectos y recursos, la colaboración entre áreas y principalmente compartir un relato común entre líderes, colaboradores y equipos para “hacer que las cosas pasen” en sintonía con el propósito y estrategia organizacional.
Para lograrlo, se debe empezar a empatizar y escuchar a todo el ecosistema organizacional de manera de definir los focos prioritarios, idear acciones posibles, diseñar alternativas, seleccionar las más pertinentes y contar con indicadores y metodologías claras para evaluar.
La experiencia total ordena, simplifica, prioriza, integra y enriquece la estrategia, y facilita un ecosistema organizacional coherente y consistente.
¿Consideras la Experiencia Total en tus reflexiones y planificaciones estratégicas?
